Monday, August 07, 2006
El estado dentro del estado que vibra al sur
A. Taheri en "La Razón"
daniEl I. Ginerman
El estado dentro del estado que vibra al sur DESDE 1984, Irán ha creado ramas de Hezbolá en más de veinte países. Ninguna ha igualado el éxito de la rama libanesa, que hasta hace poco disfrutaba de algo sólo comparable al estatus de religión entre los árabes, incluyendo los no musulmanes, a causa del modo en que se enfrenta a Israel. por A. Taheri / AP- La Razon 2006-08-06 16:28:00
DESDE 1984, Irán ha creado ramas de Hezbolá en más de veinte países. Ninguna ha igualado el éxito de la rama libanesa, que hasta hace poco disfrutaba de algo sólo comparable al estatus de religión entre los árabes, incluyendo los no musulmanes, a causa del modo en que se enfrenta a Israel. Ni siquiera ha costado mucho a Irán. Hezbolá se lanzó con apenas 32 millones de dólares. Después de eso, según las mejores estimaciones, Irán gastó entre 78 y 131 millones de dólares en sus activos libaneses. Incluso añadiendo el coste de entrenar a los guerrilleros de Hezbolá y dotarlos con el equipo, Hezbolá -- la fuerza de lucha más fuerte en Oriente Medio después de Irán e Israel -- no ha costado a Irán más de 3 mil millones de dólares a lo largo de dos décadas.
Según Naim Kassem, número 2 de Hezbolá, el Partido de Alá cuenta con un presupuesto anual de 680 millones de dólares, gran parte de lo cual viene de empresas montadas por el movimiento. Éstas incluyen un banco, una cooperativa funeraria, una compañía de seguros, una agencia de viajes, diversos hoteles, una cadena de supermercados y un buen número de compañías de transporte urbano y taxis. En su base de poder en el sur de Líbano es posible para el visitante pasar una semana entera sin abandonar la unidad de negocio de Hezbolá: el hotel en el que se aloja, el restaurante en el que come, el taxi que le pasea, el guía que le muestra las vistas y la tienda donde adquiere souvenirs, todo pertenece al Partido.
Hezbolá es un estado dentro del estado libanés. Controla el 25% del territorio nacional. Casi 400.000 de los casi 4 millones de habitantes que se estima residen en el Líbano viven bajo su control. Recauda sus propios impuestos con una gravación del 20% sobre todos los ingresos. Controla sus propias escuelas, donde en todos los cursos se enseña un plan de estudios creado en Irán. También controla clínicas, hospitales, redes de asistencia social y centros para huérfanos y viudas.
El Partido controla los consistorios municipales y nombra a los funcionarios locales, que en teoría deben ser elegidos por el gobierno central de Beirut. Para completar su estatus como estado virtual, el Partido mantiene un buen número de "embajadas" no oficiales. Hezbolá posee también sus propios medios, incluyendo un canal de televisión vía satélite, Al-Manar (el faro), que es visto por todo el mundo árabe, cuatro emisoras de radio, periódicos y revistas mas una empresa de edición de libros. El Partido posee su propio sistema judicial basado en la sharia y opera su propia fuerza policial, sus propios Foroles y sus propias prisiones. Hezbolá controla clubs de jóvenes, varios equipos de fútbol y un buen número de agencias matrimoniales. Su relación con el resto del Líbano es compleja; ocupa catorce escaños en la asamblea nacional de 128 y ostenta dos carteras en el consejo de ministros. Pero aún se describe a sí mismo como "un movimiento basado en el pueblo que lucha en representación del mundo musulmán".
El esqueleto de todo eso es la milicia de Hezbolá, una fuerza de lucha de alrededor de 8000 hombres, entrenados y armados con la última tecnología por Irán y Siria. De éstos, cerca de 2000 hombres representan una fuerza de élite bajo mando directo del secretario del Partido, Hassán Nasralah. Pero el Partido también afirma poseer más de 30.000 reservistas.
daniEl I. Ginerman
El estado dentro del estado que vibra al sur DESDE 1984, Irán ha creado ramas de Hezbolá en más de veinte países. Ninguna ha igualado el éxito de la rama libanesa, que hasta hace poco disfrutaba de algo sólo comparable al estatus de religión entre los árabes, incluyendo los no musulmanes, a causa del modo en que se enfrenta a Israel. por A. Taheri / AP- La Razon 2006-08-06 16:28:00
DESDE 1984, Irán ha creado ramas de Hezbolá en más de veinte países. Ninguna ha igualado el éxito de la rama libanesa, que hasta hace poco disfrutaba de algo sólo comparable al estatus de religión entre los árabes, incluyendo los no musulmanes, a causa del modo en que se enfrenta a Israel. Ni siquiera ha costado mucho a Irán. Hezbolá se lanzó con apenas 32 millones de dólares. Después de eso, según las mejores estimaciones, Irán gastó entre 78 y 131 millones de dólares en sus activos libaneses. Incluso añadiendo el coste de entrenar a los guerrilleros de Hezbolá y dotarlos con el equipo, Hezbolá -- la fuerza de lucha más fuerte en Oriente Medio después de Irán e Israel -- no ha costado a Irán más de 3 mil millones de dólares a lo largo de dos décadas.
Según Naim Kassem, número 2 de Hezbolá, el Partido de Alá cuenta con un presupuesto anual de 680 millones de dólares, gran parte de lo cual viene de empresas montadas por el movimiento. Éstas incluyen un banco, una cooperativa funeraria, una compañía de seguros, una agencia de viajes, diversos hoteles, una cadena de supermercados y un buen número de compañías de transporte urbano y taxis. En su base de poder en el sur de Líbano es posible para el visitante pasar una semana entera sin abandonar la unidad de negocio de Hezbolá: el hotel en el que se aloja, el restaurante en el que come, el taxi que le pasea, el guía que le muestra las vistas y la tienda donde adquiere souvenirs, todo pertenece al Partido.
Hezbolá es un estado dentro del estado libanés. Controla el 25% del territorio nacional. Casi 400.000 de los casi 4 millones de habitantes que se estima residen en el Líbano viven bajo su control. Recauda sus propios impuestos con una gravación del 20% sobre todos los ingresos. Controla sus propias escuelas, donde en todos los cursos se enseña un plan de estudios creado en Irán. También controla clínicas, hospitales, redes de asistencia social y centros para huérfanos y viudas.
El Partido controla los consistorios municipales y nombra a los funcionarios locales, que en teoría deben ser elegidos por el gobierno central de Beirut. Para completar su estatus como estado virtual, el Partido mantiene un buen número de "embajadas" no oficiales. Hezbolá posee también sus propios medios, incluyendo un canal de televisión vía satélite, Al-Manar (el faro), que es visto por todo el mundo árabe, cuatro emisoras de radio, periódicos y revistas mas una empresa de edición de libros. El Partido posee su propio sistema judicial basado en la sharia y opera su propia fuerza policial, sus propios Foroles y sus propias prisiones. Hezbolá controla clubs de jóvenes, varios equipos de fútbol y un buen número de agencias matrimoniales. Su relación con el resto del Líbano es compleja; ocupa catorce escaños en la asamblea nacional de 128 y ostenta dos carteras en el consejo de ministros. Pero aún se describe a sí mismo como "un movimiento basado en el pueblo que lucha en representación del mundo musulmán".
El esqueleto de todo eso es la milicia de Hezbolá, una fuerza de lucha de alrededor de 8000 hombres, entrenados y armados con la última tecnología por Irán y Siria. De éstos, cerca de 2000 hombres representan una fuerza de élite bajo mando directo del secretario del Partido, Hassán Nasralah. Pero el Partido también afirma poseer más de 30.000 reservistas.