Tziviá Kusminsky
No hubo fechas más importantes para Israel que el 15 de Av y Iom Kipur. En esos días, las hijas de Jerusalem salían con vestimentas blancas las cuales pedían prestadas para no avergonzar a quienes no tenían y danzaban en los viñedos...¿Y que decían? “Joven hombre, levanta tus ojos y ve que es lo que eliges para ti...”
Y así está escrito, “salgan y vean, hijas de Tzión, al Rey Shlomó y la corona que le ha dado su madre en el día de su casamiento y en el día del regocijo de su corazón (Cantar de los cantares 3:11). “El día de su casamiento” - es el día en que la Torá fue entregada, “el día de su regocijo”- el día en que el Sagrado Templo fue construido, y que será reconstruido pronto en nuestros días. (Tratado de Taanit, 26b)
Cinco eventos principales sucedieron en esta fecha:
- La generación del desierto dejó de morir: luego del incidente de los espías, los hombres de la generación fueron decretados que morirían en el desierto y no entrarían a la Tierra Prometida, solo sus hijos lo harían. El 9 de Av del año 40, tal como lo hacían todos los 9 de Av, cada uno entró a la tumba que había excavado, pero para su sorpresa todos despertaron con vida. Pensando que habían calculado mal la fecha, volvieron a repetir el procedimiento día tras día, hasta que el 15 de Av se dieron cuenta de que el castigo había llegado a su fin.
- Las tribus de Israel fueron permitidas casarse unas con las otras: luego del reclamo de las hijas de Tzelofjad, y para garantizar que el reparto de la tierra no sea dañado, dos personas que heredan tierra de sus ancestros no se pueden casar entre si. El 15 de Av, el decreto fue anulado.
- Le fue permitido a la tribu de Biñamín el entrar en la comunidad: la tribu que había sido excomulgada luego del incidente de “la concubina en el monte”, fue recibida nuevamente en la congregación de Israel el 15 de Av.
- Hoshea ben Eilah reabrió los caminos hacia Jerusalem: luego de la división de la tierra en dos reinados, el rey de Israel Yerobam ben Nebat bloqueó los caminos que dirigían a Jerusalem, capital del reino de Yehudá, prohibiendo de esta forma la peregrinación a la ciudad en las tres festividades. El 15 de Av, los caminos fueron reabiertos por Hosea ben Elilah, el último rey de Israel.
- Los muertos de Beitar fueron enterrados: la fortaleza de Beitar fue la última en caer luego de la revuelta de Bar Kojbá. La misma, cayó el 9 de Av, pero los romanos no permitieron enterrar a los caídos. El 15 de Av se obtuvo permiso.
Esta festividad, es indudablemente extraña. Por un lado, figura en el Talmud como la más importante junto con Iom Kipur, pero por el otro, en el Shuljan Aruj, libro de halachá (ley), tan solo figura que en este día no se dice tajanún (confesión de pecados) ni porciones similares.
Como explica la Guemará en el Tratado de Taanit, la festividad del 15 de Av, es “la fiesta del amor” en la tradición judía, todo soltero de Israel salían a los viñedos en esa fecha. El Rab de Lubavitch dice que no es coincidencia que Iom Kipur y el 15 de Av sean ocasiones para “shiduchim” (casamentar), dado que los mismos son los días de compromiso y de casamiento entre Dios y el pueblo de Israel. Iom Kipur, el día en que las segundas tablas fueron entregadas a Moshé, marcan el cumplimiento del pacto realizado en el Monte Sinaí, el día del compromiso con el Kadosh Barujú. El 15 de Av, representa el renacimiento luego de la destrucción del Templo el 9 de Av, celebra la consumación del matrimonio con la final redención del Mesías.
De acuerdo al Talmud. Las mujeres de Jerusalem, salían, danzaban y exclamaban:
¿Qué decían las mujeres bellas? “Fíjate en la belleza, pues la mujer es para la belleza”
¿Qué decían las que tenían un linaje prestigioso? “Fíjate en la familia, pues la mujer es para tener niños”
¿Qué decían las feas? “Has tu adquisición por el amor de Dios, siempre y cuando nos decores con joyas” (Tratado de Taanit, 31a)
El Rebe de Lubavitch explica que el casamiento entre Dios y el pueblo judío también incluye estos tres tipos de “novias”. Las almas de Israel, incluyen almas “bellas”, almas “con linaje prestigioso” y almas “feas”, cada una contribuye a una dimensión única de nuestra relación con Dios.
El Rab, nos brinda una más profunda explicación acerca de lo descrito en el Talmud. Las bellas almas, han logrado lo mejor de la perfección de ambos mundos con respecto a su amor al todopoderoso. El mismo, es un amor apasionado, auto-generado e inmutable. “La mujer es para la belleza” dicen estas almas, piden que Dios las tome como novias y será recompensado por el placer que se deriva cuando sus creaciones logran la perfección potencial que El les ha investido.
Las almas con “linaje prestigioso”, dicen que no pueden brindar la perfección que ofrecen sus hermanas, pero si dar el amor hereditario que El les ha implantado. “La mujer es para tener niños” dicen estas almas, nuestra relación, le dicen al Kadosh Barujú puede no producir belleza, pero dará frutos, las mitzvot generadas por nuestro amor natural.
Por último, las almas feas, aquellas que no han despertado sus mentes y corazones para desear al creador así como su lealtad hereditaria, dicen “has Tú adquisición por amor a Dios”, “hazlo por Ti y no por nosotras”, tómanos porque tan solo Tú sabes que hay más allá de la apariencia, y tan solo Tú sabes lo que puedes inspirarnos. Tú sabes que nuestra fealdad no es nuestra verdadera esencia, sino que ha sido impuesta por la pobreza espiritual generada en tantos años de diáspora.
Las mismas continúan, si hemos fallado y no nos hemos dado cuenta acerca de nuestra belleza y nuestra capacidad de dar frutos, tan solo Te queda “decorarnos con joyas”, limpiarnos con los regalos que despertarán nuestro vínculo por excelencia y traerá luz a nuestra innata perfección.