El extenso dictamen de Nisman firmado por Nisman y su colega Marcelo Martínez Burgos, de 800 páginas, atribuye el atentado a terroristas de Hezbollah instigados por Irán. Y habla de un móvil: la suspensión en 1991 de una asistencia en tecnología nuclear que la Argentina brindaba a Irán a través de convenios firmados durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
Luego del atentado, la Argentina e Irán redujeron sus relaciones diplomáticas al nivel de encargado de negocios pero en la primera etapa de Néstor Kirchner los iraníes esperaban un mejoramiento de los vínculos que la decisión de Nisman seguramente empeorará. Anoche, el encargado de negocios iraní no quiso hacer comentarios al respecto, pero la Embajada de EE.UU. salió a apoyar la medida.
Los fiscales llegaron a su conclusión luego de reexaminar toda la causa y cruzar cerca de 300 millones de llamados telefónicos. El ex juez a cargo del caso, Juan José Galeano, ya había ordenado la detención de doce iraníes en 2002, pero cuando uno de ellos —el ex embajador en Argentina Hadi Soleimanpour— fue arrestado en Londres, Gran Bretaña se negó a extraditarlo por falta de pruebas. Luego Interpol puso en duda la investigación argentina y abandonó la búsqueda.
Ahora, los fiscales aseguran haber reunido más pruebas para incriminar a los iraníes, aunque buena parte de ellas fueron conseguidas durante la investigación de Galeano (ver Doce años después, la misma pista). El magistrado fue apartado de la causa y terminó destituido a raíz de las irregularidades detectadas en la investigación de la conexión local del atentado.
La hipótesis de la fiscalía especial creada por el gobierno de Kirchner para investigar el atentado es que la conexión local de los terroristas fue el ex agregado cultural de la embajada iraní, Mohsen Rabbani, ya acusado por Galeano y cuya detención se vuelve a reclamar ahora.
La decisión de atentar contra la AMIA se habría tomado el 14 de agosto de 1993, en una reunión del Comité de Asuntos Especiales del gobierno iraní realizada en la ciudad de Mashad. Un año y medio antes, en 1992, había sido volada la Embajada israelí y murieron 22 personas. En la AMIA hubo 85 víctimas.
"Fue una decisión tomada por las más altas autoridades de la República Islámica de Irán y encomendada al grupo libanés Hezbollah", dijo ayer Nisman en conferencia de prensa.
Los fiscales analizaron las sentencias de otros atentados por los que fue condenado Irán en el mundo y llegaron a la conclusión de que todas las características que se dieron en ellos ocurrieron en el caso de la AMIA, como el uso de correos diplomáticos.
De acuerdo con Nisman y Martínez Burgos, el atentado se produjo con un "coche-bomba" en el que se inmoló el libanés Ibrahim Berro. Los terroristas que lo asistieron habrían ingresado al país el 1º de julio por Ezeiza y habrían salido la misma mañana del atentado por Aeroparque. Y la camioneta habría pasado por las manos de Carlos Telleldín.
Para los fiscales, "operaban células terroristas de Hezbollah en la Triple Frontera" de Argentina, Paraguay y Brasil. Desde una mezquita de esa zona se hicieron dos llamados a presuntos familiares de Berro en julio de 1994.
La acusación fiscal, que ahora debe refrendar Canicoba Corral, fue bien recibida por la DAIA . "El dictamen tendrá una gran repercusión y el Gobierno tendrá que tomar decisiones a nivel internacional", dijo Jorge Kirszenbaum, presidente de la DAIA.