Friday, March 19, 2010

Parashat Vaikra

Shabat Shalom Chaverim



Andre Moshe


Parashat Vaikra





Vaikrá (Levítico) 1:1 - 5:26






Nuestra parashá habla sobre los siguientes temas:


Primera aliá (1:1-13): Las leyes del sacrificio olá (holocausto) de los vacunos, de los corderos y de las cabras.


Segunda aliá (1:14 - 2:6): Las leyes del sacrificio olá de las aves. Las leyes de la minjá (ofrenda).


Tercera aliá (2:7-16): Leyes de otros tipos de menajot (ofrendas). La minjá de las primicias.


Cuarta aliá (3:1-17): Las leyes del sacrificio shelamim (de paz) de los vacunos, de los corderos y de las cabras.


Quinta aliá (4:1-26): Las leyes del sacrificio jatat (por el pecado) del Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), del pueblo y del rey.


Sexta aliá (4:27 - 5:10): Las leyes del sacrificio jatat de las cabras y de los corderos por el individuo. Las leyes del sacrifico olé veiored (variable) de las cabras, los corderos y las aves.


Séptima aliá (5:11-26): Las leyes del sacrifico olé veiored de harina. Las leyes del sacrificio asham (por culpa) y la reparación de algunas culpas.


Comentario de la Parashá


Esta semana comenzaremos a leer el tercer libro de la Torá, el libro de Vaikrá (Levítico), y con él comenzaremos a estudiar acerca de los distintos korbanot que se ofrecían en el Mishkán (Santuario).


En el Mishkán se hacían todo tipo de "servicios, ritos o ceremonias" - por explicarlo de alguna forma - que la misma Torá nos dice que D'os se lo ordenó a Moshé. Estos servicios se dividían en varias clases: había que preparar panes especiales y disponerlos cada shabat sobre la mesa, otras veces había que quemar el incienso, y habían otros servicios que consistían en derramar un poco de vino y de agua.


Pero todos estos servicios no son tan conocidos para la mayoría de la gente. De todos los servicios que se ofrecían a D'os los más famosos son los llamados korbanot, pero ¿qué son los korbanot y qué significa la palabra korbán?


La palabra proviene de la raíz hebrea "kof", "resh" y "bet" que denota la idea de acercamiento: lehitkarev (acercarse), lekarev (acercar). Los korbanot - que generalmente se los traduce erróneamente como "sacrificios" - son determinados servicios mediante los cuales el hombre podía (o a veces debía) acercarse a D'os, a través de un korbán que él acercaba al Mishkán (Santuario) o al Bet Hamikdash (Templo de Jerusalem).


Los korbanot eran en su mayoría, de animales de varias especies, que eran tratados de distintas formas según el korbán que se ofrecía. Pero habían también varios korbanot de especies vegetales, como ser las distintas menajot (ofrendas, oblaciones), y es por eso que es erróneo hablar únicamente de sacrificios animales al referirse a los korbanot.


A pesar de esta breve introducción al tema, todavía hay una gran pregunta sin respuesta: ¿Por qué D'os ordenó en su Sagrada Torá - que es eterna, y también lo son sus leyes - todos estos servicios tan extraños a nuestra mentalidad, y especialmente, si hablamos de la obligación de matar animales limpios de culpa y cargo, por nuestros propios pecados?


Variadas respuestas pueden ayudarnos a descifrar este interrogante, pero en este comentario trataremos de ofrecerles a nuestros estimados lectores (en esta parashá y la siguiente), la visión de uno de los más grandes sabios y pensadores que tuvo nuestro pueblo: Rabí Iehudá Haleví (España, 1085 - 1140), a través de una traducción - absolutamente libre y no literal - de algunas partes de su famoso libro "Hakuzarí", que es un diálogo entre el rey de los cuzares y un sabio judío.


En su libro, Rabí Iehudá Haleví nos relata acerca de la historia del rey de los cuzares - rey no judío - quien buscó servir a D'os a través de distintos caminos y variadas religiones, y que a pesar de sus grandes búsquedas, soñaba por las noches que le decían: "tu intención es buena, mas tus acciones no lo son", hasta que se acercó a hablar con el sabio de los judíos, después de que los mismos cristianos y musulmanes le dijeron que no tenía nada que hacer con ellos, y le dijeron que vaya a las fuentes.






"Dijo el cuzar: A pesar de que es lógico pensar que el más destacado de todos los pueblos del mundo, es el que desciende del hombre que siguió más fielmente las ideas de Adam, el primer hombre, sin alejarse de D'os yéndose detrás de otros dioses en toda la historia, todavía no se entiende cómo es que el pueblo judío pecó haciendo el becerro de oro después de recibir la Torá.


Dijo el Sabio: En esos tiempos todos eran idólatras, y además de tener muchos dioses - espiritualmente hablando, ellos cometían otro pecado al materializarlos diciendo que cada dios se manifestaba a través de una imagen. En el desierto del Sinai, los hijos de Israel estaban esperando que Moshé descienda de la montaña a la cual había ascendido después de haber escuchado los Diez Mandamientos, y Moshé los había preparado diciéndoles que él bajaría de la montaña con algo que le daría D'os para ellos y que ellos lo verían, así como veían a la columna de nube y de fuego que los acompañó al salir de Egipto. Ellos lo esperaron a Moshé, pero por cuanto que se demoró en bajar, se juntaron algunos de los hombres del pueblo y buscaron alguna imagen tangible que esté delante de ellos, sin que se contradiga con la idea de D'os. Su pecado consistió en que relacionaron a D'os con la obra de sus manos y de su deseo - sin que D'os lo haya ordenado, y pensaron que llegarían por su propia inteligencia al camino que los llevaría hacia D'os, y el pecado en sí no fue que hicieron una imagen, pues el haber hecho una figura no es tan grave por sí mismo, ya que vemos que también en el Mishkán estaban los querubim (imágenes de jóvenes) sobre el arca. (Véase también el comentario del Rav Ari Kahn a la parashat Ki Tisá).


Dijo el cuzar: Ya me ayudaste a encaminar mi pensamiento respecto de lo que yo soñaba todo el tiempo: "tu intención es buena, mas tus acciones no lo son", pues el hombre no puede llegar a D'os sin lo Divino, es decir sin seguir Sus palabras, y esto es una gran verdad, pues la mayoría de las personas tratan de acercarse a Él, incluso los que miran las estrellas y los hechiceros y los que sirven al fuego o al sol, pero ninguno lo logra.


Dijo el Sabio: Así es. Y es por eso que todas nuestras leyes están escritas en la Torá - que es lo que habló D'os con Moshé - y respecto de toda la Torá que escribió Moshé y se la dió al pueblo en el desierto, era como si D'os mismo hubiera hablado con ellos y no precisaban ninguna transmisión oral ni explicaciones para cada parte o mitzvá, o para saber cómo eran los sacrificios y cómo se los sacrificaban, y dónde y de qué lado, y cómo se los mataban y qué se hacía con sus partes y con su sangre. Todo estaba explicado por D'os hasta el más mínimo detalle, pues si faltaba alguno de esos detalles de los sacrificios, se echaba todo a perder, así como ocurre con las criaturas de la naturaleza que están formadas por todo tipo de elementos y células combinados de una manera determinada y en una cantidad determinada, y si falta alguno de ellos o la relación entre ellos se desequilibra, crecerán con deficiencias o imperfecciones, o tal vez no existiría alguna planta o algún animal, o algún miembro de alguno de ellos.


Así también está especificado en nuestra Torá quién debe comer cada parte del animal o si debe quemarse, y quiénes deben hacer el servicio a D'os y cómo deben estar vestidos, y más que todo el Cohen Gadol a quien se le dió permiso para allegarse hasta el lugar más sagrado, el lugar de la Divinidad: el arca de la Torá. También están descriptas las condiciones que debe cumplir respecto de santidad y pureza, y las plegarias que debe rezar y muchas otras cosas que si vendríamos a detallarlas nos extenderíamos demasiado.


Así también respecto de la forma del Mishkán que le fue mostrado a Moshé en el monte Sinai junto con la menorá y la mesa, y el arca y todo lo que se necesitaba, le fue mostrado espiritualmente a Moshé cómo debería ser su forma material, así como el Gran Templo que construyó Shelomó le fue mostrado a David espiritualmente, y así como también el tercer Templo le fue revelado al profeta Iejezkel.


Y no existe en el servicio a D'os una lógica humana como para que podamos comprender, tampoco podemos relacionar lo que D'os nos ordenó con otras cosas que ya supimos, y tampoco podemos crear teorías que expliquen algo, pues ya ves que los más grandes investigadores se ahogaron en el mar de dudas más grande, pues si esto sería comprensible para los hombres, los filósofos - a través de su sabiduría y entendimiento - hubieran llegado a la conclusión de que todos estos servicios son la idea que D'os tiene para el hombre, y también hubieran experimentado un acercamiento a D'os a través de una profecía, mucho más de lo que ocurrió con los hijos de Israel, pero nada de esto ocurrió con ellos.


Dijo el cuzar: Ahora entiendo, y también me quedo tranquilo aceptando la Torá sin dudas ni rechazos…".


(Hacuzarí, primera parte, cap. 96 - 100)